
Hoy vamos a conocer La Cascada de Méxica, ubicada en el concejo de Villayón. Como es una ruta corta y sencilla, de apenas 5 km, decidimos visitar algún otro lugar cercano y aprovechar más el día y el viaje, así que nos acercamos a La Cueva de Pímpano, un pequeño paseo de 500 metros con una gran belleza.
Detalles de la ruta ⥨
☙ Ubicación: Busmente, Ponticiella, Villayón, Asturias
☙ Itinerario: Busmente - Cueva del Pímpano - Villayón - Ponticiella - Cascada de Méxica - Ponticiella
☙ Distancia: 500 m. Cueva del Pímpano / 5 km aprox. ida y vuelta Cascada de Méxica
☙ Itinerario: Busmente - Cueva del Pímpano - Villayón - Ponticiella - Cascada de Méxica - Ponticiella
☙ Distancia: 500 m. Cueva del Pímpano / 5 km aprox. ida y vuelta Cascada de Méxica
A 2 km de Villayón cogemos el desvío hacia el pueblo de Busmente. Al llegar casi al final del pueblo, en una curva de izquierda nos encontramos con una parada de autobús. Aquí dejaremos el coche.
Una vez aparcados, nos dirigimos por la misma carretera hasta el puente de La Mosca, a unos 100 metros aproximadamente, donde ya podemos ver el molino que da inicio a la ruta.

El molino, bordeado por el río Ponte, empieza a ser envuelto por la naturaleza, en especial su tejado.

Nos acercamos hasta la puerta para ver si está abierta y poder verlo por dentro, pero en esta ocasión no tenemos suerte, así que lo bordeamos por la derecha y empezamos a subir por la amplia senda que nos llevará hasta la cueva.
El camino está repleto de unas hormigas bastante grandes, que nos anuncian que es la hora de comer. Ellas ya están ¡manos a la obra!
Enseguida nos encontramos con la cueva, resguardada por una bonita cascada, la Cascada de Pímpano, que como vemos, baja con poca agua, y es que se hace evidente la temporada de poca lluvia que tuvimos en los últimos meses.
Nos acercamos hasta la cascada y pasamos por detrás de ella para poder acceder a la cueva.

La cueva no es muy profunda ni muy alta, y podemos acceder a ella de pie sin problemas.
Concluida la visita, regresamos al coche y nos dirigimos al pueblo de Villayón para hacer nuestra parada a comer.
Tras un rico menú de tres platos en un bar de la plaza del pueblo, nos vamos hasta Ponticiella para conocer la Cascada Méxica.
Dejamos el coche en el pueblo y nos vamos en busca del inicio de la ruta, que es muy sencilla de hacer y está muy bien señalizada.
El paseo hasta la cascada es todo cuesta abajo, por lo que a la vuelta, que lógicamente tendremos que subir, es probable que tardemos un poquito más.
Todo el camino transcurre por el interior de un bosque, en el que predomina la presencia de pinos, cargados de frutos y con su característica resina pegajosa en sus troncos.
Casi llegando al final podemos ver el embalse de Arbón a nuestra izquierda.
Mientras escuchamos ya el murmullo del agua, avanzamos por la senda, que poco a poco se va estrechando, hasta llegar a la bonita cascada.

Tras un pequeño y relajado descanso, acompañados por el cantar de los pájaros, el sonido del agua y las mariposas volando sobre nosotros, damos por concluida la aventura de hoy.
¡Enseguida más!
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