viernes, 15 de febrero de 2019

De Poncebos a Bulnes por el canal del Texu



Hoy nos adentramos en el Macizo Central de los Picos de Europa para conocer el pueblo de Bulnes, uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Y llegaremos a él a través del canal del Texu. 


Detalles de la ruta ⥨ 

☙ Ubicación: Poncebos, Cabrales, Asturias
☙ Itinerario: Poncebos - Puente de la Jaya - Puente Zardo - Puente Colines - Funicular de Bulnes - Bulnes de abajo - Funicular de Bulnes - Puente Colines - Puente Zardo - Puente de la Jaya - Poncebos
☙ Distancia:  8 km ida y vuelta aprox.
 
Nos dirigimos hasta Poncebos, situado en el maravilloso concejo de Cabrales. En temporada alta no es fácil encontrar sitio para aparcar, pero hay varias opciones. Podemos dejar el coche en el aparcamiento de Poncebos y luego ir caminando por la carretera hasta el inicio de la ruta ya que el recorrido no es muy grande. Otra opción es dejar el coche en Arenas de Cabrales y coger un bus que te lleve hasta Poncebos.

Nosotros como fuimos un día por semana laborable y fuera de temporada alta, tenemos suerte y encontramos para dejar el coche justo al inicio de nuestra ruta y de la conocida ruta del Cares, ya que ambas dan comienzo en la misma zona. 

Sin perder tiempo, damos inicio a la ruta de hoy. Descendemos por un caminito de piedras y por unas escaleras que nos llevan hasta el puente de la Jaya desde donde podemos ver las gélidas y cristalinas aguas del río Cares.




Cruzamos por el puente  y una señal nos indica que debemos extremar las precauciones por desprendimiento de rocas, así que iremos con cuidado todo el camino. Tras pasar la casa de la Jaya seguimos caminando y vemos el punto exacto donde se juntan el río Cares y el río Tejo. Será éste último el que nos acompañe de ahora en adelante. Enseguida vemos el puente de Zarzo y desde ahí, comenzamos poco a poco el ascenso.


Pero antes de adentrarnos en el canal del Texu, y comenzar la subida, nos detenemos un momento a contemplar la belleza del río y echar un vistazo atrás para contemplar el pueblo de Camarmeña, que parece casi incrustado en la pared de la montaña.






Ahora sí, comenzamos poco a poco a subir por el canal  y el camino que tenemos por delante, escarbado en la propia roca, serpentea en continua subida, así que es mejor tomárselo con calma e ir disfrutando del bello recorrido. 


Tras un primer tramo de subida, una zona en llano a la vera del río Tejo nos da un pequeño respiro antes de comenzar de nuevo con el gran desnivel.






Terminada la parte más dura de la ruta, unos 3 km de subida más o menos, volvemos a encontrarnos con el río y obtenemos una buena vista de Bulnes de Arriba (El Castillo). 





A partir de aquí el camino es más llevadero. Seguimos el curso del arroyo hasta llegar al Puente Colines, el cual habría que cruzar para dirigirse a Amuesa o al refugio Jou de los Cabrones. Nosotros tiramos de frente en dirección a Bulnes con el río a nuestra derecha y la imponente montaña a nuestra izquierda.







Un poquito más adelante está el funicular de Bulnes. Es una opción para los que quieran conocer Bulnes sin tener que subir por el canal, pero la verdad es que merece mucho la pena recorrer el camino tradicional que nos ha traído hasta aquí , no solo por la belleza del lugar sino también para comprobar el esfuerzo que antiguamente los habitantes del pueblo tenían que hacer, ya que hasta la creación del funicular en 2001, el canal del Texu era el único camino de acceso a este bonito pueblo. 



En pocos metros llegamos al precioso pueblo de Bulnes (La Villa). 



Llegamos al puente de madera que cruza el río y contemplamos la preciosa panorámica de La Villa que se presenta ante nosotros.




Con el recibimiento de un perro muy cariñoso, y con el que nos entretenemos un buen rato, lo cruzamos y lo primero que llama nuestra atención es la casa del puente. 



Tras hacer unas cuantas fotos, comenzamos a callejear por las calles empedradas encontrándonos con unos curiosos y originales maceteros que van decorando algunos rincones del pueblo.






Tras una pequeña parada para comer, el sol empieza a ocultarse tras las montañas y el frío empieza a hacer acto de presencia, y es que no podemos olvidar que estamos en febrero y enseguida oscurece, así que es hora de emprender el camino de vuelta. Dejaremos para otra ocasión la subida al mirador del Naranjo de Bulnes y la visita a Bulnes de arriba.
 
Durante la bajada seguimos encontrándonos con bellos rincones naturales y con algún que otro habitante de la zona.



Como es lógico, el descenso lo hacemos mucho más rápido y casi sin darnos cuenta llegamos al coche y nos despedimos por hoy de este precioso concejo, al que seguro no tardaremos en volver.

¡Nos vemos pronto!

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