domingo, 10 de febrero de 2019

Foces del río Pendón






Les foces son cortes originados por el curso de un río. También se conocen como hoces, cañones, gargantas, desfiladeros. Hoy nos vamos a conocer les foces del río Pendón, en el concejo de Nava.


Detalles de la ruta ⥨ 

☙ Ubicación: Fuensanta, Nava, Asturias
Itinerario: Fuensanta - Los Fornos - Les Meceures - Puente Pendón - Les Revueltes - Mayau Pastor - Tableu - La Vallorita - Fuensanta
☙ Distancia:  10,2 km ida y vuelta aprox.


Nos dirigimos por la N-634 en dirección a Nava, y a 2 kilómetros antes de llegar, tomamos un desvío a la derecha siguiendo la indicación de Fuensanta. Justo donde la embotelladora de agua, dejamos el coche y cruzamos el puente sobre el río Pra.


Tomamos una pista hormigonada a la derecha y bien señalizada, que en pocos metros nos lleva hasta una bifurcación que nos indica el inicio y final de esta ruta circular.



En este punto podemos tomar cualquier dirección. Nosotros tomamos el camino ascendente de la izquierda en dirección a Los Fornos y la senda de la derecha será por la que regresemos.  



Atravesamos un frondoso bosque repleto de castaños, algo desnudos en esta época del año, y con sus sonidos característicos que nos relaja mientras vamos ganando cada vez más altura.  





A buen ritmo, llegamos a la zona de los Fornos y continuamos hasta alcanzar el collado que nos dará entrada a les foces.







Ya en el collado nos encontramos con una caseta con abrevadero y tras ella, una bonita pradera verde,  que además de ofrecernos  unas vistas espectaculares, nos muestra  la entrada al desfiladero.




Seguimos la indicación del cartel y nos adentramos en el camino estrecho y soleado del desfiladero. Desde esta altura ya podemos ver el río bastante lejano al fondo del precipicio.



En pocos metros llegamos a una portilla de madera que impide el paso del ganado y con una zona para pasar un poco estrecha. 



Antes de seguir avanzando echamos un vistazo atrás para no perdernos las bonitas vistas que vamos dejando a nuestra espalda. 



El camino cada vez  se va estrechando más así que iremos con un poquito más de cuidado.



Un pequeño salto de salto de agua nos sorprende en uno de los laterales del camino.




Seguimos avanzando y nos adentramos en un camino con mucha vegetación que nos acerca al rio Pendón, también conocido en el lugar como el rio la peña, y el cual antes veíamos tan lejano. Es un buen momento para hacer una corta parada y refrescarse un poquito con sus frías aguas.



La verdad es que cuesta separarse de la vera del río y de la tranquilidad que nos transmite, pero es hora de seguir el camino. Enseguida nos encontramos con una caseta de captación de agua, la cual tenemos que sortear desviándonos por un caminito señalizado a la derecha. Seguimos la indicación y nos separamos del río solo por un momento.



Volvemos de nuevo a la orilla del río hasta llegar a un puente de madera que nos conduce a la zona de Les Meceures. Lo cruzamos y subimos por una especie de escalera formada con piedras para adentrarnos en otra zona boscosa. 




Avanzamos entre hayas y robles sin quitar ojo al río Pendón que nos acompaña a nuestra izquierda dejándonos bonitas estampas. 






Llegamos al siguiente puente, el puente Pendón  y aquí nos despedimos ya de su tocayo el río. A partir de aquí comienza el desnivel. Nos espera por delante una dura subida por la zona de Les Revueltes, que se compensa con las fabulosas vistas que vamos obteniendo a medida que ganamos altura.





Al poco de empezar a subir nos encontramos con una pequeña casa de piedra destruida por la maleza y por el paso del tiempo.




A lo largo de toda la subida no encontramos nada de sombra, y con el sol se hace un poco más dura la subida. A pesar de estar en invierno hace bastante calor, así que aprovechamos para hacer una parada para despojarnos de ropa y beber agua  antes de continuar el camino. Y por supuesto contemplamos la buena panorámica que tenemos desde aquí.



En la siguiente foto podemos apreciar la subida en zigzag que aún nos queda por delante. 


Tomándonoslo con calma y dando un poco la lengua, por fin llegamos a lo alto y ya vemos al fondo el Mayau Pastor. 


Nos acercamos a él, y es el sitio perfecto para hacer nuestra parada para comer y cargar un poco las pilas. 









Tras un ratito de relax bajo los rayos del sol, emprendemos la marcha que nos llevará de vuelta hasta Fuensanta.
 


En el descenso pasamos por la zona de Tableu con sus bonitas brañas y la fuente de El Faeu.








Ya en la zona de La Vallerita contemplamos las vistas del Sueve, del concejo de Nava y del Palacio de la Ferrería de Fuensanta.



Desde aquí enseguida llegamos de nuevo al bosque donde dimos inicio a la ruta y que nos conduce hasta Fuensanta.


Y tras un bonito día de invierno, nos despedimos por hoy.

¡Hasta pronto!

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