domingo, 26 de abril de 2020

Volcán del Cuervo



Una sencilla y circular ruta que nos permite bordear y adentrarnos en el primer volcán que se creó tras la erupción del Timanfaya en 1730,  La Caldera de los Cuervos, también conocida como Volcán del Cuervo.


Detalles de la ruta ⥨ 

☙ Ubicación: Carretera LZ-56, La Asomada, Parque Natural de los Volcanes, Lanzarote
☙ Itinerario: Carretera LZ-56  - Volcán del cuervo - Crater del volcán - Volcán del Cuervo - Carretera LZ-56 - La Gería 
☙ Distancia:  3 km ida y vuelta aprox.


El Volcán del Cuervo forma parte del Parque Natural de los Volcanes, en la isla de Lanzarote. Como ya os comentaba en la Ruta del Paisaje Lunar (Ruta por el paisaje lunar - Parque Natural de los Volcanes),  no lo teníamos entre nuestros destinos a conocer, pero cuando lo vimos desde la distancia nos llamó mucho la atención. Así que lo tuvimos claro, y nos fuimos a conocerlo. Y es que estás cosas es lo mejor de los viajes y lo que más nos gusta., la improvisación. 

Es una ruta sencilla y circular de apenas 3 km. El punto de partida de la senda es un aparcamiento que hay en la carretera LZ-56 en La Asomada. Dejamos el coche y comenzamos el recorrido por un sendero ancho y llano de gravilla, rodeado por campos de lava o "malpaís", y una con una preciosa vista de fondo de otros volcanes de la zona.





El camino está bien marcado por piedras y está prohibido salirse de él para no estropear el entorno natural. Además, a lo largo del recorrido, hay bastantes carteles informativos que explican un poco la historia del volcán  y la geología del lugar.






En apenas 10 minutos llegamos a la base de la caldera y desde aquí comenzamos a bordearlo. Al ser circular puedes comenzar por cualquiera de los lados. Nosotros tomamos el camino de la derecha.




Enseguida nos encontramos con una desviación a la izquierda  y un estrecho camino que nos conduce hasta el interior del cráter.






Estar dentro del volcán y poder caminar por todo su caldera nos proporciona una experiencia única. Mires por donde mires es un espectáculo para la vista.








Las curiosas formaciones, el contraste de colores, hace que casi te resistas a abandonar el lugar. Pero se nos hacía tarde, así tras inspeccionar el cráter desde todos los puntos, regresamos al camino exterior para continuar el recorrido. Las vistas desde fuera tampoco están nada mal. Entre la inmensidad de los mares de lava petrificada y su  ubicación, encontrándose entre la zona protegida de la Gería y el P.N. de Timanfaya, y con sus vecinos la Montaña Negra y la Caldera Colorada , las vistas desde cualquier punto son de postal. 








Terminado el recorrido volvemos al punto de inicio y regresamos al coche. Es una ruta que merece mucho la pena, así que todo un acierto haber cambiado los planes del día. 

Pero la cosa no acaba aquí. Os tengo una sorpresa. Como nos quedaba muy cerquita, y nos pillaba de camino a nuestra zona de alojamiento, hicimos una parada en la zona de La Gería para ver sus famosos y peculiares viñedos. Aunque también se cultivan árboles frutales como la higuera, la gran estrella del lugar es la vid.  Ésta se planta en el centro de un hoyo cónico excavado en el lapilli (llamado también picón en la zona) en cuyo borde se coloca una media luna de rocas para proteger la vid del viento. Un Paisaje Protegido y único en el mundo, y con buenas vistas  al fondo del  P. N. de Timanfaya.

  

 




Tras visitar una de las bodegas de la zona, dimos por concluida la jornada.

¡A por la siguiente!

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