Parque Nacional del Timanfaya

Nos adentramos en el Parque Nacional de Timanfaya, principal atracción turística de la  isla de Lanzarote. Un recorrido repleto de volcanes y grandes campos de lava,  donde apreciaremos en primera persona la actividad volcánica que aún queda en la zona. 

Detalles de la ruta ⥨ 

☙ Ubicación: Parque Nacional de Timanfaya, Tinajo, Lanzarote
☙ Itinerario:  Montañas de Fuego (Parque Nacional de Timanfaya) - Islote de Hilario - Recorrido en bus por el P.N. Timanfaya - Islote de Hilario - Montañas de fuego

Después de un largo parón, primero por culpa de un pequeño accidente, y ahora con el confinamiento domiciliario debido a la pandemia, aprovecho para  rebuscar en el baúl de los recuerdos y rescatar algunos de los caminos mágicos que ya hemos recorrido con anterioridad. Y en estos momentos tan duros que nos toca vivir, sin poder salir de casa y con el futuro bastante incierto, se me ocurre rescatar nuestro viaje a Lanzarote en el año 2019, año en que aún se podía viajar y ni siquiera podíamos imaginar  lo que se nos iba a venir encima. Esperemos que todo pase pronto y podamos recuperar nuestro día a día, nuestras pequeñas aventuras y grandes viajes y, en especial, valoremos más todas las pequeñas cosas de la vida. Pero no me enrollo más, y ¡vamos al lío!

Lanzarote, tierra de volcanes por excelencia, es una isla que esconde infinidad de rincones naturales espectaculares, algunos muy conocidos y visitados por los turistas y otros menos conocidos y transitados, pero no por ello menos bellos. Lugares que os iré mostrando en las próximas semanas. 

No podía empezar de otra manera que por el Parque Nacional de Timanfaya. 

La zona del Timanfaya abarca una cuarta parte de toda la isla. Dentro de esta zona está el Parque Nacional de Timanfaya, y en su interior se encuentra el Parque Natural de las Montañas del Fuego, lugar donde está ubicado el Islote de Hilario. Un lugar bastante peculiar y mágico, pero eso os lo explicaré más adelante.

En esta ocasión no es una ruta como tal, ni a lo que estamos acostumbrados, ya que todo el recorrido es en autobús. Aún así merece la pena conocerlo. 

Salimos desde Yaiza y nos dirigimos en dirección Tinajo. Está muy bien señalizado (es lo que tiene ser el mayor atractivo turístico de la isla).

 

Entramos en las conocidas Montañas de fuego y seguimos las indicaciones que nos vamos encontrando hasta llegar al Islote del Hilario, lugar donde está ubicado el Centro de visitantes y desde donde da comienzo a la ruta. 

 

Nada más llegar ya te encuentras con guías que te dicen donde aparcar el coche. Nosotros llegamos justo a tiempo para coger el autobús que te hace todo el recorrido, y es que este medio es el único permitido en este Parque.  Lo cierto es que este modo de conocerlo le quita cierto encanto, sobre todo para los que nos gusta caminar y recorrer los sitios a pie, pero es la mejor manera de conservarlo.

Nos subimos al autobús y empezamos el recorrido de más o menos 1 hora. 

Durante el recorrido observamos grandes campos de lava, coladas y  diversas calderas, y es que el Parque cuenta con más de 25 volcanes. El autobús va haciendo cortas paradas para explicar algunas características de la zona.

La verdad es que esas paradas para los que nos gusta la fotografía son de agradecer, porque si ya cuesta hacer fotos con el reflejo del cristal, en movimiento ¡ni os cuento! 

Hay puntos donde la vista es preciosa y desde donde se puede apreciar la inmensidad del Parque. Parece totalmente que nos hemos transportado a otro planeta. 

Acabada la visita, regresamos al punto de inicio y tras bajarnos del autobús nos vamos hasta la cima del islote de Hilario, que a la llegada no tuvimos tiempo de visitar.

En este lugar aún se conserva actividad volcánica, existiendo puntos de calor en la superficie. La temperatura del subsuelo de esta zona es tan alta que nos permite ver fenómenos curiosos y sorprendentes, como los geiseres que se forman con solo verter agua fría en las oquedades de la tierra,  ver prender un tronco en cuestión de segundos con el simple contacto con el suelo o ver cómo se cocinan los alimentos con el simple calor natural que desprende la tierra. ¿Entendéis ahora lo de peculiar y mágico?

Pero a parte de todo esto, El Islote de Hilario nos ofrece una preciosa panorámica del Timanfaya. Una pena que el día esté nublado y no nos permita ver con claridad el mar. Solo lo podemos intuir al fondo. 

Acabada la visita volvemos al coche y emprendemos el viaje hacia el siguiente destino. En el recorrido, nos encontramos con otra zona del parque desde donde puedes hacer un pequeño trayecto en camello. Nosotros preferimos no hacerlo y nos conformamos con solo ver a los animalitos.

Y hasta aquí nuestra visita al Timanfaya. 

Ahora a seguir rebuscando en ese baúl de los buenos recuerdos.

¡Volvemos ya!