PorCaminosMágicos: Lago del Valle - Parque Natural de Somiedo

El Lago del Valle , el más grande de Asturias, está situado a 1580 m de altitud y se encuentra ubicado en el Parque Natural de Somiedo, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en el año 2000. Hoy nos acercamos hasta él partiendo del bonito pueblo Valle del Lago.

Detalles de la ruta ⥨

☙ Ubicación: Valle del Lago, Somiedo, Asturias
☙ Itinerario: Valle del Lago - L´Auterio - Pista por la sombra - Lago del Valle - Pista soleada - Teito de Coba - L´Auterio - Valle del Lago

☙ Distancia: 13,5 km ida y vuelta aprox.

Hoy nos vamos al Parque Natural de Somiedo, una tierra de vaqueiros, pastos, brañas, teitos y, por supuesto, paisajes naturales únicos, que convierten a este concejo en uno de los más bonitos de Asturias.

En él, se encuentra Valle del Lago, pueblo que da comienzo a nuestra ruta de hoy. Una carretera de 8 km en continuo ascenso y con muchas curvas, separan a este pueblo de Pola de Somiedo. El paisaje que vamos observando a medida que subimos es un adelanto de las maravillas que nos esperan en el día de hoy.

Valle del lago es una localidad alargada dividida en cuatro barrios: Ribaluenga, La Caleya, La Quintana y L´Auterio. Un poquito antes de llegar a este último encontramos un aparcamiento a la izquierda donde dejaremos el coche.

Nos acercamos al indicador de la ruta y tomamos el camino que nos llevará hasta L´Auterio.

Atravesamos la población y ,casi al final, encontramos una fuente y un cartel con indicaciones de varias rutas que hay por la zona, entre ellas la que haremos en el día de hoy.

Seguimos las indicaciones y nos metemos por una pista sencilla que va ascendiendo entre amplios prados y paralela al río del Valle. Al otro margen de este río podemos ver un gran hayedo, y es que el haya es una de las especies dominantes en esta zona.

Mientras nos fijamos en las curiosas formaciones montañosas que tenemos a nuestra izquierda, un gran cartel incrustado en la piedra y con una bonita reflexión, nos hace detenernos.

Tras leerlo con calma, reanudamos la marcha y llegamos a la primera bifurcación (a unos 2,5 km más o menos del inicio). Tomamos el camino de la derecha en dirección al lago del Valle, ya que el de la izquierda nos llevaría a los lagos de Saliencia. Otra preciosa ruta que merece mucho la pena y que ya hemos realizado en varias ocasiones. Aún tengo pendiente subirla al blog.

Continuamos el sendero entre prados de siega y zonas de pasto que recorren todo el valle, y donde el ganado parece el gran protagonista del lugar.

Otro cruce aparece ante nosotros con un par de indicaciones, pista soleada por la izquierda y pista sombra por la derecha. Ambas te llevarán hasta el lago. Y es que desde aquí, podemos hacer la ruta de dos maneras. De forma lineal yendo y volviendo por la pista soleada o por la sombra, o bien de forma circular, yendo por una pista y volviendo por la otra. La pista por la sombra es un poquito más larga y el camino más agreste.

Nosotros la vamos a hacer de forma circular para no perdernos nada. Haremos el ascenso por la sombra y regresaremos por la pista soleada.

Aunque la verdad es que mucha sombra no encontramos, suponemos que dependerá de la hora y la época del año en que se haga.

Enseguida pasamos por una braña con sus característicos teitos. Los teitos son construcciones arcaicas típicas de esta zona y que consisten en cabañas con paredes de piedra y con el techo vegetal, generalmente de la planta de escoba.

Vamos ganando altura, obteniendo como recompensa una bonita panorámica de todo el valle, con la llamativa pista soleada por la que regresaremos y el Pico Albos Occidental al fondo.

Nos adentramos en un bosque de hayas y castaños, con alguna que otra cuesta, pero que con calma se hace bien.

Seguimos valle arriba, dejando algún que otro teito atrás y estando cada vez más cerca del lago.

Llegamos a la última bifurcación y tomamos el camino de la izquierda. Unos metros más adelante ya podemos ver el muro de contención del lago, el cual impide la visión del mismo, haciendo que la impresión al verlo sea mayor.

Como hemos venido por la pista por la sombra accederemos al lago por su lado derecho.

Y siguiendo un buen ritmo, por fin, obtenemos la tan esperada vista del lago.

El Lago del valle, de origen glacial, es el más extenso de Asturias, como ya comenté anteriormente. Tiene un perímetro de 2000 metros y una pequeña isla en el centro.

Lo mires por donde lo mires es precioso. Antes de sentarnos a comer decidimos bordearlo, para poder observarlo desde todos los puntos.

Recorremos todo el muro asomándonos de vez en cuando a mirar el agua en busca de peces y alguno conseguimos ver, además de sapos, ranas... incluso nos parece ver una tortuga. ¡Que curioso!

Justo donde el muro termina, encontramos una pequeña pradera con un montón de ranas y sapos, pero esta vez muertos. Y no solo en la pradera, también los hay debajo del agua, por toda la orilla. Nos quedamos sorprendidos por la cantidad y bastante intrigados por cuál será la causa.

Con el misterio sin resolver, seguimos por un estrecho caminito de tierra en dirección a las cabañas que hay en uno de los laterales del lago.

Subimos hasta ellas y las atravesamos por un caminito que hay entre las dos.

Desde este punto obtenemos una de las vistas más bonitas del lago.

Tomamos un camino de tierra que se aleja del agua para obtener una panorámica del lago con sus teitos y con todas las montañas que custodian el valle.

El sendero nos lleva de regreso hasta las cabañas y hasta una fuente cercana. Es un lugar tranquilo en el que hacer nuestra parada para comer mientras nos deleitamos con la belleza del lugar.

Mientras nos relajamos en este paraje único, no dejamos de observar la vida que alberga. Con águilas volando sobre nosotros, los rebecos correteando por los picos que rodean al lago, y para nuestra sorpresa una nutria jugueteando en el agua. Cuesta pillarla con la cámara porque va muy rápido y no se está quieta, pero es divertido ver como juega, escondiéndose bajo el agua y volviendo a aparecer segundos después en otra zona del lago.

Y tras un rato observando a esta divertida nutria, emprendemos el camino de regreso encontrándonos con una huella de otro gran protagonista del lugar, el oso pardo. No me diréis que no es maravilloso, naturaleza en estado puro.

Con una última mirada al lago, lo dejamos atrás y comenzamos el descenso tomando la pista soleada. una pista ancha y hormigonada que nos llevará de nuevo hasta el pueblo.

Al igual que por el otro sendero nos vamos encontrando con varios teitos, entre ellos el teito de corba.

Y pasito a pasito estamos de nuevo en L´Auterio. Atravesamos el pueblo acompañados por una pequeña cabra que entre salto y salto asciende montaña arriba.